En muchas partes del mundo, las personas usan internet para realizar las tareas de su vida cotidiana, como trabajar, desplazarse, estudiar y comunicarse con los demás. Sin embargo, según las cifras del estudio de la Unión internacional de telecomunicaciones (UIT), cerca del 87% de la población de los países desarrollados usa internet, mientras que en países en vías de desarrollo sólo el 47% de la población tiene acceso a la web.

La situación que demuestran estas cifras es lo que se denomina la brecha digital, o la desigualdad de acceso, de impacto y de conocimientos de uso de las tecnologías de la información y comunicación. Esta brecha suele determinarse según diferentes factores socioeconómicos, de edad, región geográfica y género, afectando desproporcionadamente a ciertos grupos sociales. 

Brecha de acceso

La brecha de acceso se genera debido a diferencias entre los países en su infraestructura para acceder a la web, la cual conlleva una inversión muy costosa. Por ejemplo, el 93,4% de la población de Norteamérica usa internet, en comparación con el 80,4% de la población de Centroamérica y Sudamérica y el 43,1% del continente africano.

También existen brechas de acceso al interior de los países mismos, debidas a diferencias socioeconómicas que impiden, por ejemplo, la compra de los dispositivos electrónicos necesarios para poder acceder a internet.

Brecha de uso

En este caso, la brecha de uso se refiere a la alfabetización digital, o los conocimientos, habilidades de uso y comprensión de estas herramientas que tienen las personas. El estudio de la IUT señala que en 40 países del mundo más de la mitad de la población no sabe cómo adjuntar un archivo a un correo electrónico.

Las brechas de uso tienen muchas causas: por un lado, la edad es un factor fundamental a la hora de usar dispositivos electrónicos, dado que pocas personas mayores cuentan con una formación en competencias digitales. También existe una brecha de género importante, generada por la desigualdad y discriminación que viven las mujeres en la sociedad, impactando directamente su alfabetización digital. Solo el 57% de las mujeres del mundo tiene acceso a internet, en comparación con el 62% de los hombres.

Brecha de calidad de uso

A veces las personas tienen acceso a internet y poseen las competencias digitales necesarias para navegar en la web, sin embargo les faltan conocimientos para sacarle el mejor provecho al mundo digital y hacer un buen uso de las herramientas que ofrece. Esta brecha se manifiesta cuando, por ejemplo, una persona no sabe cómo realizar búsquedas en un motor o cómo acceder a información de calidad.

Consecuencias de la brecha digital

Expertos señalan que la discriminacion tecnológica generada por la brecha digital crea desigualdades sociales aún más profundas, al ser una barrera en el desarrollo profesional, personal y educativo de las personas. Además, la brecha digital puede dejar a muchas personas incomunicadas con el resto del mundo, especialmente en situaciones de aislamiento social, como durante la pandemia Covid-19.

En Pro-City, creemos que las tecnologías son herramientas claves para crear un mundo mejor y sabemos lo importante que es la alfabetización digital para el crecimiento de las personas y de las organizaciones. A través de nuestro trabajo, esperamos ayudar a reducir la brecha y contribuir a la transformación digital de nuestro país.